Vivir con ansiedad: 10 verdades sobre cómo es
La bondad y la ansiedad a menudo son las dos caras de la misma moneda. Las dificultades de la vida ofrecen grandes lecciones de empatía, pero a veces, también se cuela en la vida una ansiedad paralizante. Sin embargo, a veces el miedo a lo que podría suceder deja paso a los sentimientos de empatía. Y a veces las personas que son excesivamente así debido a la ansiedad les hace ser todo lo contrario. La abrumadora necesidad de una persona ansiosa por complacer a los demás puede hacer que su ansiedad se desborde. Pero su sensibilidad a las necesidades de los demás también significa que son algunas de las personas más amables que puedes encontrarte en la vida.
Aquí hay 10 verdades sobre la gente que es demasiado buena y lo que es vivir con ansiedad:
1. Se olvidan de sus propias necesidades
Las personas que son demasiado amables están constantemente preocupadas por el cuidado de otras personas, a menudo a expensas de sus propias necesidades. Atender a sus propias necesidades sería, desde su perspectiva, egoísta.
2. Son muy perceptivos
No se moleste en tratar de ocultar sus emociones a estas personas. Son sabuesos y sus sentimientos son el olor. ¿Por qué no abrirse a ellos? Su empatía sirve al gran propósito de ayudar a la gente con sus problemas.
3. Su comportamiento pegajoso viene del miedo al abandono
Si usted está en una relación con alguien que es demasiado bueno y demasiado ansioso, no tenga miedo de disfrutar de su comportamiento pegajoso. Se desvanecerá cuando su confianza crezca. Una vez que se sienten seguros con usted, usted se sorprenderá de la cantidad de amor que le puede dar. Resistirse a su comportamiento pegajoso, sin embargo, le hará más fuerte.
4. No intentarán culparle
Si se enfrentan con usted sobre algo, significa que están realmente molestos por ello. Necesitan mucho valor por su parte para poder enfrentarse a usted, y ellos valoran su relación con usted lo suficiente como para hacerlo. ¡Considérelo como un cumplido!
5. Continuan una cita aunque no les guste
Hacerlo es más fácil que ser honesto y correr el riesgo de herir sus sentimientos. Esto también significa que, por desgracia, no son los mejores en las rupturas, y a veces dejan que una relación continue sin sentimientos fuertes.
6. Hacer planes con la gente es una pesadilla para ellos
Esto va más allá de la ansiedad asociada con las reuniones sociales. Es la planificación de la reunión en sí. Incluso si no son el planificador, la gente que es demasiado buena y demasiado ansiosa no quieren tener que tomar las decisiones finales a no ser que todo el mundo sea feliz.
7. Harán todo lo posible para evitar que usted o cualquier otro sufra daño
Una vez más, a veces esto vendrá a expensas de su propio auto-cuidado. También hacen todo lo posible para que las personas no piensen en devolver el favor.
8. A veces se abstienen de expresar su opinión
La gente excesivamente amable y ansiosa utilizan lo políticamente correcto, incluso si no están de acuerdo. Para expresar su propia opinión piden una atención no deseada que podría molestar a otros en su grupo.
9. La preocupación es interminable
Y como tal, el uso de la lógica no hará mucho para consolarlos. Sí, saben que alguna forma sus temores no son razonables, pero este hecho no les hace sentir la emoción menos intensamente.
10. Perdonan fácilmente y con frecuencia
Gobernados por las emociones, la gente que es demasiado buena y demasiado ansiosa admitirán fácilmente sus errores y son casi siempre los primeros en disculparse. Ellos no quieren que otras personas estén incómodas. Pero no toman ventaja de esto – aunque pueden perdonar una y otra vez, aprenderán que usted no es de fiar. Lo que eliminará un trozo de preciosa honestidad de la relación. Su abundancia de perdón es un privilegio que hay que usar con moderación.