Cómo controlar la ira
«Si llevas por ahí mucha ira oculta o reprimida (ira que has enterrado inconscientemente), puedes arremeter contra la gente, culparla o castigarla por algo que otra persona hizo hace mucho tiempo«. – Beverly Engel
Reprimir las emociones puede suceder cuando esas emociones nos hacen sentir incómodos, o nos traen recuerdos que preferimos dejar enterrados. Si bien la represión emocional puede ayudar en el momento para aliviar el estrés o permitirnos seguir adelante con nuestras vidas, sólo causa más confusión a largo plazo.
Según la Dra. Jill Ammon-Wexler: «Lo que hace la ira reprimida es hacer su hogar en algún lugar de tu cuerpo y crear más estrés«. La ira reprimida puede dejarnos especialmente sintiéndonos vacíos, estresados y enfadados con los objetivos equivocados. El problema ocurre cuando reprimimos este enfado hasta el punto de ruptura, o hasta que nos come vivos. Permitirte abandonar esta ira reprimida es el primer paso para la curación.
6 MANERAS DE SOLTAR LA IRA REPRIMIDA Y CÓMO CONTROLAR LA IRA
1. AUTORREFLEXIÓN
Este es el primer paso para liberar cualquier emoción reprimida, pero especialmente la ira. A menudo podemos dejar de lado la autorreflexión como algo que simplemente no funciona. Sin embargo, ser capaz de reflexionar sobre tus emociones, pensamientos y reacciones puede ayudar a hacer que la liberación de toda tu ira reprimida sea mucho más fácil. Primero, necesitas averiguar cómo empezaste a reprimir tu enfado. Tal vez hubo un evento específico durante la infancia que te enseñó a contener tus sentimientos. Una vez que identifiques esto, puedes aprender cómo esa lección te ha llevado a reprimir tus sentimientos durante el resto de su vida.
2. APRENDER EL PERDÓN
Según el profesor Robert Enright: «Nuestra ciencia muestra que a medida que las personas toman la decisión de perdonar y siguen un proceso válido de perdón, entonces el que perdona experimenta un alivio psicológico considerable, como una reducción de la ira, la ansiedad y la depresión, y un aumento de la autoestima«.
Esto no significa solamente aprender a perdonar a los demás. Aprender a perdonarte a ti mismo es igualmente importante para comenzar a liberar la ira reprimida dentro de ti. El perdón es una herramienta poderosa para la autocuración. Cuando empiezas a perdonar a la gente que te ha hecho daño de alguna manera, eres capaz de liberar la ira que tienes dentro de ti. Una vez que el enfado es liberado, encontrarás que tu mente y cuerpo pueden volverse más saludables a medida que comienza su proceso de curación.
3. UTILIZAR LA VISUALIZACIÓN POSITIVA
Cuando tu mente está pensando en cosas negativas, ¡vas a sentir emociones negativas! La mejor manera de combatir esto, y de comenzar el camino hacia la recuperación de la ira reprimida, es usar la visualización positiva. En lugar de enfocarte en las personas que te han lastimado, enfócate en las personas y cosas que te traen alegría en tu vida, así como en el propósito. Libera tu ira de manera constructiva y saludable, como el arte, la música o el ejercicio. Dejar salir tus emociones y sentirlas es una parte importante para dejarlas ir.
4. ACEPTAR EL PASADO
Tratar de negar o ponerse en contra de cosas que ya han sucedido es un esfuerzo inútil. El pasado es el pasado, y no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo. No puedes borrar las cosas que sucedieron, pero puedes aprender a aceptarlas y cómo afectan tu vida ahora. La aceptación del pasado te permitirá seguir adelante. ¡No puedes mirar hacia adelante si siempre estás mirando hacia atrás! Una vez que aprendas el poder de la aceptación, encontrarás que tu camino hacia la sanación se vuelve mucho más sencillo.
5. ENTENDER EL PUNTO DE VISTA DE LA OTRA PERSONA
Cuando comenzaste tu auto-reflexión, es posible que hayas empezado a darte cuenta de que la ira reprimida es debido a alguien más. Este es un buen momento para tratar de reflexionar sobre tu punto de vista. Ponerse en lugar de la otra persona puede ayudarte a procesar tu ira, en lugar de dejar que se pudra dentro de ti. Por supuesto, esto sólo es útil si la ira proviene de un punto de vista diferente, en lugar de una expresión de violencia. En casos como este, es importante saber que la violencia de alguien contra ti no fue culpa tuya. Ser capaz de liberarse de la culpa puede ayudarte a superar tu ira.
6. ACEPTAR QUE NO TIENES EL CONTROL DE LA VIDA
Claro que puedes controlar ciertas cosas de tu vida: con quién interactúas, dónde trabajas, cómo pasas el tiempo, etc. Pero a la larga, la vida va a suceder y lo máximo que podemos hacer es prepararnos para el viaje. Según la Dra. Amy Johnson: «He notado que las cosas van mucho mejor cuando dejo el control, cuando permito que sucedan en lugar de hacer que sucedan.»
No puedes controlar las acciones de los demás. Si una ex-pareja rompió tu confianza y te engañó, ser capaz de aceptar que no había nada que pudieras hacer para controlar sus acciones puede ayudar a liberar tu ira reprimida contra ella por lastimarte. Una vez que la ira es liberada podrás comenzar a sanar del incidente.
Las emociones reprimidas pueden causar estrés, depresión y ansiedad. ¡La ira reprimida no es una excepción! Sin embargo, es posible aprender a liberar esa ira. Una vez que tengas las herramientas para trabajar en tu propio viaje de sanación personal, tu cuerpo y tu mente estarán en paz. Incluso puedes encontrar que tus relaciones con otras personas, ya sean románticas, platónicas o familiares, se han fortalecido más que nunca ahora que no tienes esa ira colgando sobre tu cabeza.
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