Me siento mal. ¿Qué puedo hacer?
«A veces no te das cuenta de tu propia fuerza hasta que te encuentras cara a cara con tu mayor punto débil.«
Susan Gale
No hay duda de ello – esta vida te morderá de vez en cuando. Sin embargo, el hecho de que pases por luchas no significa que tengas que abandonar la vida por completo. De hecho, superar el dolor te enseñará valiosas lecciones, y te mostrará que la luz siempre existe incluso en los lugares más oscuros. Sentirse roto puede hacerte sentir como si no tuvieras a dónde ir, como si hubieras tocado fondo y no tuvieras salida.
Todos hemos estado allí, pero no permitas que estos sentimientos se apoderen de toda tu vida. El dolor no durará para siempre, y al otro lado, encontrarás más felicidad de la que jamás podrías haber imaginado. Vivimos en un mundo de dualidad, así que por supuesto que no podemos sentirnos completos sin conocer la desesperación y la desesperanza de estar quebrados.
HE AQUÍ 5 COSAS PARA RECORDAR CUANDO TE SIENTAS MAL:
1. RECUERDA NO RENDIRTE.
Todos pasamos por luchas en la vida – es inevitable. Sin embargo, piensa en lo insatisfactoria que sería la vida sin desafíos. Nunca creceríamos y aprenderíamos sin pasar por momentos difíciles; simplemente caminaríamos sintiéndonos estancados y aburridos. Los obstáculos nos mantienen alerta, nos animan a cambiar y continuar rompiendo barreras, y no caer en una trampa de comodidad y complacencia. El hecho de que ahora los tiempos parezcan difíciles no significa que permanecerán así durante mucho tiempo. Sólo mantén tus ojos hacia el sol, y eventualmente encontrarás que las sombras desaparecen detrás de ti.
2. RECUERDA ABRIR TU CORAZÓN PARA CAMBIAR.
Muchas veces, complicamos la vida resistiéndonos al cambio. Sin embargo, el cambio nos mantiene a flote, nos ayuda a crecer y nos asegura que continuemos evolucionando y aprendiendo lecciones importantes. Nadie dijo que el cambio se siente cómodo, pero si lo hiciera, ¿realmente valdría la pena? Si no te has dado cuenta, las mejores cosas suceden en la vida cuando llegamos a una encrucijada, cuando la vida parece tan oscura y deprimente que no podemos imaginar que vaya a mejorar. Por lo general, cuando has llegado a tu límite y no puedes imaginar seguir adelante, esta exasperación y desesperación te muestra el camino correcto a seguir. Nada bueno en la vida es fácil, pero no se sentiría tan satisfactorio si simplemente cayera sobre tu regazo.
3. RECUERDA QUE TIENES UNA OPCIÓN.
En cualquier momento, tienes el poder de controlar tu vida – ninguna fuerza externa decide qué trabajo vas a tener, dónde vas a vivir o qué actitud vas a tener. Todo está en tus manos, así que en vez de temer o negar esta responsabilidad, acéptala. No tienes que trabajar en un trabajo que odias, o vivir en un lugar que no hace feliz a tu corazón, o permanecer en una relación sólo porque se siente segura. En el momento en que te das cuenta de que te estás desenamorando de la vida, tienes que dar un paso atrás y reevaluar las decisiones que has tomado hasta ahora.
Recuerda, sentirse roto sólo significa que necesitamos tomar mejores decisiones por nosotros mismos, así que date la oportunidad de hacerlo. Mereces sentirte feliz, pero a veces, se necesita un poco de energía y mucha agitación en la vida para llegar allí.
4. RECUERDA QUE EL DOLOR NO DURA PARA SIEMPRE.
El dolor nunca es eterno; si lo fuera, ni siquiera sabríamos cómo se siente la felicidad. Tal como dijimos antes, la vida funciona en un reino de dualidad – debemos sentir tristeza y desesperación para conocer la alegría, por muy frustrante que eso pueda parecer. Recuerda también que está bien sentirse incómodo – en lugar de luchar contra estos sentimientos, permite que pasen a través de ti. Lo que resistes persiste, así que cuanto más tiempo vayas a la guerra con tus sentimientos más íntimos, más tiempo permanecerán. Acepta el dolor, aprende y crece de él, y agradécele por enseñarte lecciones valiosas. El dolor puede servir como un maestro muy valioso si lo aceptamos en lugar de condenarlo y desear que nos deje en paz.
5. RECUERDA CONCENTRARTE EN TODO LO BUENO DE TU VIDA.
A menudo, cuando nos sentimos rotos, tendemos a fijarnos en todo lo que está mal en nuestras vidas en lugar de que todo vaya bien. Incluso si sólo puedes sentirte agradecido por haberte levantado de la cama esta mañana, extender la gratitud hacia la vida ayuda a que más bondad fluya en tu camino. Si enfocas tu atención en todo lo que va mal, ¿adivina qué? Sólo atraerás más de lo mismo. Innumerables estudios han vinculado la gratitud con mejores relaciones, mejor salud, una actitud más optimista sobre la vida y mucho más.
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